lunes, 5 de noviembre de 2007

El teorema de Gödel

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...ojo con los bucles!!

“Esta frase es falsa”.

 

La frase anterior es la caraba.  Cuando dice  “Esta frase”, se refiere a sí misma.  Y viene a decir... “yo, que soy una frase, soy falsa”. 

 

Ah qué bien... ¿algo de especial?  Pues sí.  Si te la crees, resulta que dice “soy falsa”.  Es decir: si fuera cierta, diría que es....falsa!!.  ¿Coño.. es falsa? ¿Pero no hemos quedao que era cierta?... mmm    Bueno.. pues diremos que, de entrada, es falsa...no?  Joer!!...pero es que si de la frase “Esta frase es falsa”, decimos que es una afirmación falsa... entonces resulta que admitios lo contrario: “Esta frase ES cierta”.... pero... ¿no hemos dicho que ahora la tomaríamos como falsa?

 

Esta aparente estupidez muestra una paradoja que ya detectaron los griegos en su tiempo... y que durante más de dos mil años ha llevado de cabeza a lógicos y matemáticos.  No tanto la frase en sí, sino este tipo de afirmaciones.  Es como decir... “el barbero de Villanueva afeita sólo a los habitantes que no se afeitan.  Él es habitante de Villanueva.  ¿se afeita a sí mismo?”

 

Bueno.. toda esta paranoia duró hasta 1931.  Y acabó en un teorema que ha sido calificado como el más importante descubrimiento lógico de la historia de la humanidad: el teorema  de Gödel.

 

Kurt Gödel demostró que cualquier sistema basado en axiomas, con potencia suficiente como para referirse a sí mismo, tiene un gran agujero del que no puede escapar: hay sentencias indecidibles dentro del sistema...o que es lo mismo..es incompleto.

 

Aquí empieza lo bueno.  Por que, por ejemplo, TODOS los ordenadores del mundo tienen este agujero.  El mismísimo Alan Turing, padre supremo de la informática (todos los ordenadores son máquinas de Turing) lo demostró en su tiempo aplicando en su campo el teorema de las narices.  Una máquina de Turing (osea, cualquier ordenador) tiene problemas que no puede resolver ni con potencia infinita.  Por ejemplo, su conocido Problema de la Detención: no se puede hacer un programa que determine si otro programa va a finalizar o no. 

 

Pero la cosa no se acaba aquí.  Cualquier máquina que maneje conceptos con potencia lógica suficiente para referirse “a sí misma” tendrá esta terrible “enfermedad lógica”.  De hecho, no sólo se limita a las máquinas:  ¡¡la gran diosa Matemáticas también cae abatida en su mismo centro por esta aberración!!  Y no importa que le metamos un parche para intentar tapar el estropicio.  De hecho se puede, a base de ampliar el sistema.  Pero al otear el nuevo sistema, de repente, nos damos cuenta que se nos aparece un nuevo agujero!!  En otro sitio, quizás.. pero lo tiene!!.  De hecho, esta epidemia inevitable es lo que demostró Gödel, echando por la borda vidas enteras de matemáticos, filósofos y pensadores que durante siglos, por no decir milenios, habían luchado en vano buscando la respuesta a todo en matemáticas u otras disciplinas.  Todo, todo,  a tomar por saco el día que Gödel dio su famosa conferencia.

 

La sacudida de este Teorema se expande aún hoy en día.  Y en uno de los debates dónde ha entrado es en el de ¿podrán alguna vez las máquinas reproducir totalmente la mente humana?.  Los que van en contra de esta idea (que los hay, como por ejemplo, Roger Penrose) argumentan que las máquinas padecen irremediablemente de este agujero por ser todas implementaciones de sistemas formales.  Y en este agujero tienen su punto débil por el que no podrán reproducir la mente.

 

Pero ahí es cuando viene la gran pregunta... ¿quién dice que la mente humana no lo padezca también?  Y es ahí dónde nos empezamos a poner blancos, porque es muy posible que sí.  Que nuestra misma mente padezca de un agujero insondable del cual no pueda decir nada.  Douglas Hofstadter, con su más que recomendabilísimo y espeso libro “Godel, Escher, Bach” nos habla de cómo nuestra mente lo padece, y cómo las máquinas podrían a superarnos en todo, hasta en lo que se llama “gödelizar”: la desesperada y perdida lucha por encontrar un sistema completo que nunca existirá.. 

 

Si el agujero existe en nuestra lógica más íntima nunca lo podremos superar.  No es un abismo que veamos y que podamos aunque sea planear un ataque vano.  Es algo que nos golpea en la oscuridad, que sabemos que está ahí, pero que no podemos ni evaluar por que está fuera de toda evaluación...  La auténtica pared terminal donde acabamos nosotros.

 

¿Limitará nuestro conocimiento?  Pos no se.  Lo que sí es cierto es que el agujero sólo se nos puede aparecer cuando formamos un bucle hablando de nosotros mismos, y más concretamente, de nuestra propia mente.  Es ahí dónde tenemos que ir con cuatro ojos para ver cuándo se nos aparecerá. 

 

Por que...  ¿cómo afirmar ciertas frases?... como por ejemplo “la razón no funciona”  ¿Cómo puedes dudar de tu razón... si es lo que tienes que utilizar para deducir que tienes que dudar?.... ¿Otra paradoja, pero con nuestra mente por en medio? ¡¡Quizás por aquí empezamos a notar el frío del agujero de Gödel... y toda la terrible verdad que conlleva!!

 

No se tú... pero yo estoy acojonao.... :S

martes, 25 de septiembre de 2007

¿Interpretar un escrito sagrado?

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...Sagrada Biblia....? ...interpretaciones...? va a ser que no.....

Alguna que otra amiga (ejem) me ha pedido otro post polémico. Pues nada, aquí va.

Alguna vez hablando con ella y mas gente sobre religión, ciencia y demás, habíamos polemizado sobre el hecho de las diferentes interpretaciones de una doctrina... ya sea escrita, oral, etc... Por ejemplo, las interpretaciones que se pueden dar a la Biblia.

Yo digo: una doctrina nos tiene que dar, entre otras cosas, respuestas. Pa eso está. Si no, ¿pa qué liarla? Nos da respuestas, indicaciones de qué hacer en depende de qué situación, de qué actitud tomar, de qué es aceptable y qué no, de lo que está bien o mal.... Quizás un poco de todo. Se supone que un texto sagrado que describa una doctrina, esconde una o varias verdades y el camino para llegar a ellas. Ya sea la Biblia o las enseñanzas de Buda. No hace falta que sean intentos de aproximaciones a verdades referentes a la realidad física, de la cual se encarga la ciencia. Pueden ser espirituales, pueden ser el camino para llegar a nirvanas, a metas superiores, a aquello que añoramos. Muy bien.

Pero si nos ha de servir de guía para algo, antes habríamos de tener una interpretación correcta para poder aplicarla y que nos guíe por el buen camino. ¿Hay una... hay varias? Da igual... pero lo que está claro es que habrá interpretaciones correctas, que serán si no una, las menos, y las incorrectas, que serán un número mucho mayor.

Pero... ¿cómo saber que la interpretación que tomamos es la correcta? Si precisamente es un texto que nos hace de guía, y por ello nos guía para saber cómo comportarnos y cómo tenemos que llevar una recta vida para llegar a buen fin (sea lo que sea lo que signifique eso)... ¿acaso no tendríamos que saber de antemano hacia dónde vamos?. La pregunta... ¿es posible interpretar un texto cuyas claves para interpretarlo estén en el propio texto?

Pues evidentemente... NO. ¡¡Ahí está la incongruencia de pretender que un texto sagrado, una guía, unas normas, o unos principios aunque sean personales que pretendan ser una enseñanza que nos ayude a llegar a algún estadio elevado o a una verdad en principio desconocida, sean interpretables por nosotros mismos!!. ¡¡Porque las propias claves para interpretarlo están en el mismo sistema a interpretar!!... ¡¡es como dejarse las llaves dentro del coche cerrado!!

Mirad qué curiosa situación! Imaginemos que sabemos la verdad última de Dios de antemano .. en plan “quereos los unos a los otros”, o “el amor es lo primero bla bla bla”, o alguna cosa así. Da igual el contenido y su extensión. A partir de ahí, podríamos interpretar la Biblia para que nos dé esa solución, y entonces aplicar esa interpretación a los demás campos de nuestra existencia como guía. Por tanto, el pasaje ese que no se quien asesina a no se cuantos por que le ha robado cuatro cabras (me lo invento, vale, pero cosas parecidas hay), lo tomaríamos metafóricamente. En cambio, el que todo el mundo se quiere y respeta, pues sería mas “literal”. ¡Parece que mirando por aquí todo cuadre!. Todo muy bien......hasta que nos enteramos que la propia verdad esta de “quereos los unos a los otros”... ¡¡estaría en ese mismo libro que hay que interpretar!!!! Si nos ponemos a tomar todo como metafórico, ¿quién nos dice que el propio “quereos los unos a los otros” no es metafórico en sí mismo y no quería decir “extermina a todos tus congéneres y lo quiero para ayer”??? ¡¡El resultado es equivalente a intentar desencriptar un archivo cuya clave para desencriptarlo está encriptada en el propio archivo!! ¡¡O como he dicho antes... cerrar el coche con las llaves dentro!!. ¡No se yo... pero lo veo chuguillo! Yo creo que Dios en todo caso dijo... “ups... creo que me he colao!”. ¡¡Todo se desmorona!!

Aquí está la explicación de que, ineludiblemente, realizar una interpretación de un texto moral requiere de una moral externa. Si admitimos las enseñanzas (de Buda, de la Biblia o quien sean) como no literales, el “quereos los unos a los otros” podría ser metafórico también. Si decidimos que no lo es, es porqué EXTERNAMENTE lo hemos decidido así. No sería una enseñanza de la Biblia, o de ningún Dios: es lo que yo, mortal como yo solo, he escogido como “semilla” de interpretación. ¿por qué?, Pues.. en un sentido lógico.. porque sencillamente, me rota. ¡¡Pero no ha podido ser la propia Biblia quien me lo ha dicho!!

Por tanto: ineludiblemente, si pretendemos que tenga LA verdad, o la Biblia (y cias) se interpretan literalmente, o son un tongo de mucho cuidado, o las dos cosas. Y ojo... todas las doctrinas religiosas y moralistas sufrirán de este agujero. El único significado inequívoco es el literal (o lo mas literal posible, vamos). Y si se interpreta literalmente la Biblia, mierda... por que no tengo ninguna hermana que vender por cuatro camellos, ni que ofrecer al pueblo enfervorecido para que la violen mientras atiendo a dos invitados que dicen ser ángeles.

Siempre, siempre, ha de haber una “clave” de inicio de interpretación; una semilla literal e inequívoca. Entonces, el resto del texto SI que puede ser no literal. Pero esa semilla sí que debe estar clarita y libre de interpretaciones para ser nuestro punto de partida. Se convierte entonces todo el tinglado en un texto procedimental(*). Ay amigo.. pero esa semilla, si está en el texto, tiene que estar correctamente identificada. No vale escoger la que mejor nos parezca. Y en los escritos religiosos no pone nada de “hasta aquí esto era cuento... ahora va de verdad” (ya puestos a ser malo... ¿esta frase sería literal en sí misma? Jejeje). Total.. que esta semilla, si la hay, no la podemos determinar. ¡¡La acabamos escogiendo nosotros!!

¡¡Y cada uno se sube al carro que mas le cuadra!!. El meollo este acaba con algo mas que previsible: que la respuesta que queremos y necesitamos ya la hemos escogido a priori cada uno según lo que, por decirlo fino, nos salga de la bolsa escrotal. O sea...¡antes de mirar la guía ya sabemos lo que queremos! ¡Por eso, en el fondo, la moral NO la puede dar Dios, sino que la das tu..... por cojones!. Unos van a su bola y se cuecen su propia solución privadita y se la quedan pa ellos sin mas guía que la que se montan, otros cogen la guía pero la tergiversan a piñón de formas bastantes creativas quedándose mas anchos que largos, los otros la pillan de una interpretación mas o menos estandard y van de la mano del grupo. Unos es una fe privada y otros es una fe institucionalizada como la iglesia Romana. Pero todos, de hecho, su objetivo final es ir retorciendo la interpretación del texto, o de su doctrina particular mental (mas fácil aún, que no está ni escrita) para quedarse tranquilos y justificar su necesitada respuesta identificándola con un “mandato divino” y poder decir “ves macho como estaba en lo cierto: en las escrituras lo ponía clarísimo: donde ponía ‘abre la puerta del templo’ quería decir ‘come patatas del tío Abel’.. estaba cantado!”.

Total, y por si no ha quedado claro. Para interpretar la Biblia, las enseñanzas de Rha o cualquier texto que pretendas que no se puede tomar literalmente, hay que aplicar un elemento externo. Si es otro texto, ha de ser literal. De lo contrario, de nuevo hay que aplicar otro elemento externo. Al final, ese elemento externo acaba siendo tu criterio, tu moral, y lo que a tí te parece. Ni enseñanza divina ni narices. Y no puede estar en ninguno de los escritos a interpretar. Al final, cualquier interpretación de la Biblia, Buda o quien sea es simplemente humana. Y por tanto, a menos que nos creamos dioses, tan falible como los trenes de cercanías de Renfe.... y con cero garantía de que sirva absoluta y totalmente...para nada! ¡¡¡Solo hay la opción de ser literal... y que Dios nos asista si es así!!! (jeje)

(*) Texto procedimental, es aquel que el mismo da las instrucciones para, a partir de sus propias metáforas, construirse a sí mismo y determinar su significado. Pero necesita de una semilla literal de la que partir.

lunes, 17 de septiembre de 2007

¿La vida no es matemática?

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...mirando hacia lo desconocidoooo...... mmmm... ¿mirando?



“La vida no es matemática", "la vida no es lógica", "el amor no es lógico”. Estas frases ya me la han soltado unos cuantos amigos en mis debates y filosofadas. Pero ...¿qué significa esta frase? ¿qué esconde?

Vamos a filosofar un poco más jeje

Cuando decimos que “la vida no es matemática”, o “el amor no es lógico”... podemos interpretar las frases de varias formas. Yo escogeré dos: una que considero correcta y otra no. En este post, empezaré por la incorrecta:

Interpreto la frase “la vida no es matemática” como “hay aspectos de la vida (o la vida misma) que no podemos expresar con fórmulas matemáticas”. De la misma forma, “el amor no es lógico” podemos expresarlo como “el amor no sigue la lógica pura”.

Vamos a desmembrar la interpretación esta y su significado porque aquí hay varias cosas:
Primero: por un lado, si hay algo que aseguramos que no se puede expresar con fórmulas, impepinablemente tenemos que conocer la naturaleza de ese algo con precisión ¿Por qué? Por que, evidentemente, solo una vez conocido realmente ese “algo”, una vez asimilado, y, en definitiva, una vez sabemos qué es realmente (la vida, el amor....), es cuando podremos decir con propiedad lo que se puede aplicar o lo que no. Pero no antes. Y está claro que nadie está en posesión de ninguna definición total y definitiva de esos conceptos. Es como mínimo presuntuoso decir lo que será aplicable o no.

Segundo: por otro lado, estamos presuponiendo que dominamos las matemáticas de forma total, con todas sus deducciones, estructuras, consecuencias, y todo lo que es teorema y lo que no. Por que solo cuando conocemos la extensión de algo (las mates) podemos decir qué es lo que “queda fuera de eso” y lo que no. Pero no es así: no conocemos las matemáticas en toda su extensión, y de hecho constantemente vamos ampliando conceptos. Por tanto, no podemos pretender adelantar lo que se podrá o no aplicar matemáticamente por que no sabemos lo que queda fuera de lo que no conocemos dónde acaba. Un poco es cuando afirmamos que algo es sobrenatural. ¿acaso conocemos lo que es "la naturaleza" en toda su extensión para poder determinar lo que queda fuera de ella?. Una cosa es que no lo entendamos (aún o nunca), y otra es que sea 'mágia'.

Tercero: tomando una definición de algo, aunque fuera conocida perfectamente, no podemos saber, directamente, si es o no consecuencia de unas reglas aplicadas a unas premisas (un teorema matemático vamos). Esto, en 1931 Gödel se encargó de demostrarlo: que no se puede ni hay forma directa de conseguirlo. De hecho, y como nota curiosa, Gödel sí encontró un límite para cualquier sistema formal, matemáticas incluidas.

Total: de entrada, cualquiera de los conceptos (vida, amor, suerte, amistad, Dios) no son siquiera perfectamente definibles. Por ello, no podemos pretender asegurar que cualquiera de estos conceptos, que ni siquiera podemos acotar, es NO aplicable a algo que ni siquiera dominamos (las mates). ¿cómo podemos asegurar que “el amor” no es lógico, por ejemplo, si ni conocemos la lógica en toda su extensión ni tampoco podemos acotar lo que es el amor? Sólo cuando sepamos totalmente lo que es el concepto de partida y cuando dominemos absolutamente las mates, estaremos en disposición de hacer esta afirmación. Si aún en ese momento no podemos establecer relación ni predicción, es cuando estaremos en disposición de tomar esta interpretación de “la vida no es matemática” como correcta.

Total... ¿de dónde sale entonces esta interpretación? ¿Por qué descartamos deducciones lógicas sobre el amor, sobre Dios o sobre la vida con un "esto no es aplicable"? Pues intuyo que, como cuando aparentemente se demuestra que Dios no existe o que con religiones no es posible la convivencia, lo que realmente pasa a veces es que no nos gustan las consecuencias de aplicar la lógica. Y entonces viene el "hay cosas que no la siguen".

Por que un sistema formal basado en axiomas es por naturaleza incompatible con otro sistema formal basado en otros axiomas. Para hacerlos compatibles, hay que 'tunearlos' con un tercer sistema externo. Una religión (oficial, personal, da igual) está basada en dogmas (no es lo mismo que axioma pero para el caso funciona igual), y por tanto es un tipo de los millones que hay de tipos de sistemas formales. Y como tal, impepinablemente sigue sus reglas por narices y acaba con el desmorone de la frase "tolerancia de religiones". De la misma forma, Dios es un concepto que está dentro del conjunto "conceptos pensables". Y no está en el conjunto de "objetos empíricos existentes". A partir de aquí, cualquier manipulación de los conjuntos y estadísticas le afectará impepinablemente, acabando con su existencia (ver posts asociados). ¿Que no? ¿Que hay cosas que no siguen esas reglas? ¿Y porqué esas? ¿Y porqué no las siguen? Podemos dejar de lado la razón y dejar entrar aquí lo sentimental, y empezar con divagaciones sobre lo quenos gustaría o lo que sentimos. Pero la razón no es un concepto más que lo puedas sacar cuando te interese. Es algo muy especial que no te puedes saltar así como así y que es diferente a cualquier otra cosa, sentimientos incluidos. La razón no es contrapuesta a lo sentimental o emocional. La razón es un concepto aparte, con características únicas que ningun otro tiene. En un post intentaré explicar porqué.

Y no es que "la vida no sigue la lógica" tenga que ser falsa. Nuestra lógica está basada en nuestra razón, y nuestra razón está basada en nuestra forma de pensar. Nuestra forma de pensar es lo que hemos necesitado para sobrevivir en este mundo durante millones de años, pero podrían haber muchas formas de pensar y de inteligencia (en formas de vida extraterrestre, por ejemplo). Podría, por ello, haber lógica escondida que nosotros captamos como kaos. Nunca la veremos por que va en contra de nuestra naturaleza. Y no se trata de tiempo ni de profundizar: ese hipotético orden que se nos escapa, y que nunca hemos necesitado captar por que igual en nuestro mundo no existe o es irrelevante, nunca lo captaríamos. Y va mucho mas allá del concepto de Dios, que en el fondo sí captamos, por ejemplo. (todo esto es muy hipotético, claro)

Pero, como le dije una vez a una amiga, que "la vida no sean matemáticas" no es la cuestión. Podría ser cierta, si. Pero el error es utilizarla como contraargumento cuando la lógica dé como resultado algo que no nos gusta. Como toda sentencia, a su vez habría que demostrarla. Y evidentemente, decir, por ejemplo, que "el amor no es lógico por que no va por dónde creo" o "la vida no es matemáticas por que se nos escapa" es tan inocente como decir que "la lluvia está fuera de la ciencia por que no se porqué llueve". Y, en el fondo, no aceptar una posible explicación alternativa que ni siquiera puedes rebatir......no se lo que será... pero que a nadie se le ocurra decir que soy yo el tozudo y el ciego, como alguna vez he tenido que aguantar (con mucha paciencia)! jeje

En otro post, el significado real de estas fracesitas!

martes, 11 de septiembre de 2007

¿Por qué no puede existir Dios?

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No hay nada mas interesante que intentar conocer la realidad en la que uno se mueve. Para ello, nada como mirar sin miedo ni prejuicios. Así, enseño una prueba curiosa.
Podríamos decir que “el todo potencial” es el gran conjunto de todas las cosas “concebibles” o “pensables” por nuestro cerebrito. Llamémosle ‘T’ a este conjunto de cosas. Ahí estaría todo lo que se nos puede pasar por la cabeza: desde mi coche, un átomo de hidrógeno, una ristra infinita de cafeteras, un enano verde saltando en mi comedor, un agujero negro, Dios.... Hay virtualmente infinitas cosas que podemos “concebir” o “pensar”. Y de estas, se pueden clasificar como en dos sub-grupitos: las que ya conocemos, y las que no (los llamaremos ‘C’ y ‘NC’).
Entre las que conocemos (C) están, por ejemplo, mi coche, mis amigos, los átomos... Por otro lado está NC, que representa a las que aún no conocemos, y que contiene a las que por un lado existen pero aun no las hemos percibido o descubierto (o nunca lo haremos), y por otro a las que sencillamente no existen. Respectivamente, serán el grupito NC1 y NC2.
Imaginemos el grupo cosas no conocidas, no percibidas y/o no deducidas (NC), como potencialmente infinito. Y que hubiese realmente infinitas cosas existentes por descubrir, imaginando el universo o universos reales infinitos en un alarde de generosidad. Es el peor caso de la demostración.
Vale.
Como había dicho en otros posts, hay diferentes tipos de infinitos. El infinito “normal”, el de las cosas contables, es Aleph-0 (nombre que le puso su descubridor, G.Cantor). El infinito de las cosas no contables es, a su vez, Aleph-1. Pues bien... se puede demostrar que las cosas existentes (tanto conocidas como desconocidas), en caso de ser infinitas, tendrían naturaleza Aleph-0. Es decir, habría a lo más Aleph-0 objetos. ¡En cambio, las cosas “concebibles” o “pensables” son de naturaleza (como mínimo) Aleph-1! Toma ya! Las cosas no percibidas aún, que contienen tanto cosas existentes como cosas inexistentes (NC) tiene carácter Aleph-1. Dentro de este, las cosas no percibidas ni deducidas aún, pero que existen ahí escondidas (NC1), tiene carácter Aleph-0. El resto, las no percibidas e inexistentes (NC2) es de carácter Aleph-1 (ya que es NC - NC1, o que es lo mismo, Aleph-1 - Aleph-0 = Aleph-1).
Ahora viene lo bueno. Si metes en un saco todas las cosas no percibidas aún (NC, que recordemos se compone de NC1 con Aleph-0 elementos y NC2 con Aleph-1 elementos), y metes la mano y sacas un concepto al azar...... ¡es imposible que pertenezca a NC1 por que en el mismo saco está NC2, que es infinitamente mayor!! Es decir... ¡es imposible que sea real!
¿Y dónde para Dios en todo esto? ¡Pos si a Dios lo consideramos producto exclusivo de la fe, y por ello sólo concebido y no percibido ni deducido... es imposible que sea real!.
Otra forma de verlo: al ser sólo un ente concebido y sin pruebas (lo dicho, pa eso es fe), intentamos sacarlo a ciegas y nos preguntamos a qué subconjunto pertenecerá: NC1 (existentes) o NC2 (inexistentes). Pero al ser sin pruebas ni na, la pertenencia a un conjunto u a otro seguirá las leyes de la estadística pura y dura del azar. Entonces se trata de una confrontación entre un conjunto de Aleph-0 elementos (los existentes y no percibidos aún, vamos) con otro de Aleph-1 elementos (los concebibles y no existentes) .. y Aleph-1 es infinitamente más grande que Aleph-0!! Aleph-0 no puede ganar, y con el 100% de probabilidades...Dios pertenecerá a NC2: al de los desconocidos... pero no existentes!!.
La única forma de salir de esta trampa mortal es decir: “Ah no!.. Pero yo a Dios lo percibo!”. Pasaría a ser del conjunto de los 'conocidos'. Pero no se llega demasiao lejos. Por que entonces, no saques a Dios del saco... sino al “sexto sentido desconocido” que te permite percibirlo. Como en sí mismo tampoco está “percibido” este "sexto sentido" (nadie lo ha visto nunca en el cerebro o similares), sino que se presupone su existencia, cae entonces en la misma trampa que caía antes Dios: algo sin pruebas ni deducido de otra cosa que no sea del efecto que intentamos probar (Dios)... y por tanto...tampoco puede ser real! (y de nuevo vuelve a caer Dios, esta vez indirectamente).
Esta demostración echa por tierra algunas otras demostraciones que han intentado probar matemáticamente la existencia de Dios (como un tal Baltaser-Rodriguez Salinas, o Thomas Vasek -http://www.20minutos.es/noticia/173686/0/probabilidad/existencia/Dios/ - y otros que se pueden ver en Google). Algunos de ellos, como Vasek, partían de la suposición de que algo que no se puede probar ni su veracidad ni su falsedad, hay un 50% de probabilidades de que exista. Pero esta suposición inicial es, por lo demostrado en este escrito, falsa. La probabilidad es 0.
Ah.... y estoy suponiendo infinitas cosas existentes (por aquello de incluso imaginar más universos que éste en plan mundos espirituales y demás... que ya es la caraba). Si no fuera así, la demostración es aún más trivial... por que no hace falta ni el concepto Aleph-1. Es una división “finito / infinito”, y es de nuevo un 0 como una catedral: el 0 que representa las probabilidades de que una cosa en la que creemos sin ningún tipo de señal de evidencia, exista.
La conclusión de todo esto es que, matemáticamente hablando, algo en lo que creemos sin evidencia real ni lógica (sea Dios u otras cosas) no puede existir. El argumento “es que no puedes probar que NO exista” es de hecho su debilidad: que ocurra eso se debe a su falta de contacto con la realidad. Y es precisamente es lo que le hace víctima de Aleph-1, que se come con patatas a todo lo que se desconecta de ésta última. Y eso vale para incluso si cuentas a todos los universos metafísicos, espirituales y multidimensionales que pudiesen llegar a existir, con todos sus entes... con que cuenta tú si es buitre el Aleph-1 este!.
...si ya lo decía el Popper!

miércoles, 22 de agosto de 2007

La dilatación del tiempo

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Efecto curioso dónde los haya.
¿Puedo yo chutar un balón a 400 km/h?.

Imaginemos que un chut muy bestia puede llegar a 100 km/h, y uno normalillo llegue a los 50.
Me subo a un tren que vaya a 350 km/h (el AVE ese siendo generosos). Cuando va a toda velocidad, to chulo me subo al techo con el balón, y le pego un buen chut; sin que haga falta pasarme, en la dirección hacia dónde se mueva el tren. Si despreciamos el rozamiento con el aire, que frenaría el balón enseguida, tendríamos que una persona parada al lado de la vía vería pasar una pelota a toda castaña: 350 km/h del tren más lo que yo le haya pegao... Si sumamos las dos velocidades, el personaje parado al lado de la vía podría ver fácilmente la pelota pasar a 400 km/h, por ejemplo.
Muy bien!
¿Podría llegar a 1000 km/h? Pos si. Lo hago desde un jet que vaya a 990 km/h, por ejemplo, y le pego un ligero chut. ¿A 100.000 km/h? Pos también. Solo faltaría encontrar algo que se moviese suficientemente rápido (que hoy por hoy diría que no se ha conseguido aún, pero bueno).
Si seguimos este razonamiento, nos imaginamos la teórica máxima velocidad posible, la de la luz: 299.792.458 m/seg. Toda la teoría de Einstein se basa en unos pocos principios. Pero uno es precisamente la insuperabilidad de la velocidad de la luz. Según él, es imposible llegar a esta velocidad.

Pero no hay impedimento teórico para poder ir perfectamente ir a “casi” es velocidad: por ejemplo, a 1 m/s menos: 299.792.457 m/s. Si me subo a un cohete que fuera a esa velocidad.. y le pego un chut a la pelota que la despida a 10 m/s (36 km/h), mi pelota en principio iría a la velocidad de la luz mas 9 m/s (nosotros viajamos a 1 m/s menos). En total, la pelota saldría despedida a 299.792.467 m/s: irá más rápido que la luz!!

¿Quizá no podría pegar ese chut? ¿Quizá "algo" frenaría la pelota para que no pasase de ese 1 m/s que tengo de margen?

¡PUES NO!

Lo mas curioso e impactante viene ahora: yo, subido en una nave espacial que vaya a esa velocidad, podría perfectamente pegar un chut, en la dirección del movimiento de la nave, de 10 m/s. ¡Y de 10000 m/s si tuviese fuerzas!! Lo bueno... es que no vería nada raro!! Es decir, según mi punto de vista... la pelota iría a 10 m/s con total normalidad. Podría jugar a futbol tranquilamente. Pero, y ahí está lo bueno, desde fuera, si pudiesen medir la velocidad "total" de la pelota, no la verían a 299.792.467... (la velocidad de la nave más los 10 m/s adicionales) sino a un poco más de 299.792.457 y nunca pasando de 299.792.458 m/s, que es la velocidad de la luz!! ¡¡Dos observadores medirían diferentes velocidades absolutas de un objeto!!
La explicación: la velocidad es espacio / tiempo. El espacio se mantiene inalterable (en principio)... por tanto, lo que varía debe ser el tiempo!

Y así es. Aquí viene lo bueno: ¡¡para un objeto que se mueve, el tiempo pasa más lento!!! Toma ya!!
Varias formas de explicarlo, una es esta:

Yo, que voy en mi nave a toda ostia respecto al tío parado, le pego un chut a la pelota. El tio que está parado ve la pelota que sale muy poco a poco de mi pié, por que yo ya me estoy moviendo casi a la velocidad de la luz, con lo que la pelota tiene muy poco margen para moverse más rápido. Pero sólo es su ilusión. Para mí, la pelota se mueve normalmente. Y eso es por que mi tiempo va mucho más lento. Mis segundos duran una eternidad (un día, por decir algo) comparados con el tío que me ve desde fuera de la nave, con lo que en un "eterno" segundo mío, la pelota, aún yendo lenta, ha recorrido sus 10m. Para mí ha sido 10 metros en un segundo. Para el de fuera, han sido 10 metros en un día. Mucho más lento... lo suficiente para que la pelota nunca haya superado la velocidad de la luz.

Lo que es aún más difícil de entender, es que eso es desde el punto de vista del tío parado, vale. Pero parecería que si yo voy a toda pastilla, y mi tiempo va lento, el que está parado debería pasarle el tiempo super deprisa desde mi punto de vista.. Pero no!!!... ¡¡para mí, es a él al que le funciona el tiempo muy lentamente!! ¡¡Porque para mí, es él el que se mueve casi a la velocidad de la luz!!
La "norma" es que el transcurrir del tiempo es “normal” para los objetos que se mueven a velocidades relativamente cercanas a la que te estás moviendo tu... pero mucho más lento para cualquier objeto que se mueva a gran velocidad respecto de ti. Pero nunca podrás decir “yo estoy parado”y “el otro moviéndose” o al revés como si hubiese un marco respecto del cual hubiese una posición absoluta. Desde el punto de vista del que se mueva, el será el quieto siempre, y los demás los que se muevan muy rápido. Por decirlo de alguna forma, es indiferente el considerar que yo me muevo con mi nave y abandono el planeta..o es el planeta entero el que se mueve y yo estoy quieto. Para cualquiero sujeto, su transcurrir del tiempo será normal y los demás, los que se alejan o se acercan, los que tendrá el tiempo ralentizado! ¡Todo es relativo!

Alguien dirá que todo eso es matemáticas, que no es el mundo real. Pues que sepa que no es así: es real y pasa. De hecho:

* Los GPS no funcionarían bien si no tuviesen en cuenta la ralentización del tiempo que sufren sus señales temporales.
* Los aviones comerciales hacen correcciones de precisión con este efecto.
* Los misiles intercontinentales tres cuartos de lo mismo.
* Se han medido las ralentizaciones del tiempo en partículas a casi la velocidad de la luz en aceleradores
* La ralentización del tiempo se ha medido también fuera de los aceleradores y en la naturaleza: partículas con tiempos de desintegración conocido se alargan cuando viajan a gran velocidad debido a este efecto.

Pos ya ves... La ciencia no deja de sorprender con efectos inimaginables! A más rápido te muevas, más van a ver los que no se muevan contigo que tu tiempo se ralentiza, y más vas a ver tu ralentizar el tiempo de ellos!!

Otro día explicaré la paradoja de los gemelos... que es mas complicada de lo que parece!

domingo, 19 de agosto de 2007

La fuerza

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El otro día hablando con un par de amigas tertuliábamos sobre la vida: que si es dura, que si es difícil, bla bla bla. Una de ellas no acababa de acertar con los hombres, pa variar, y la otra también con paranoias varias. Total, que envidiaban la fortaleza de ciertas personas a la hora de superar los problemas.

¿Esa fortaleza, qué coño es? ¿Cómo se consigue? ¿O se nace ya con ella? Yo pensaba que era la capacidad para sobreponerte a un encontronazo de esos. Quizás esa capacidad es innata... y si no la tienes, dos piedras: a sufrir por la vida y a ir de víctima.

Pero podría ser que no.

La sacudida que sientes ante una situación (el ostión que te pegas, vamos) viene a ser la distancia que separa lo que te esperabas con lo que pasa multiplicado por la necesidad que tienes de eso que “te esperabas”: si tú ya te haces a la idea de que esa pava seguramente pase de ti (de forma sincera, no vale hacerlo ver, eh), si luego no te hace caso... pues te jode pero relativamente. En cambio, cuando te esperas mucho de alguien, te convences de que sí, de que vamos, clarísimo..! ...te ilusionas con el futuro y te lo crees de verdad.....y luego na de na... y la castaña a veces es del quince.

Por ello yo creo que la fuerza esta de “aguante de malos rolletes” la da, en gran medida, lo “realista” que sea cada uno. Generalmente, las personas que se encuentran “falta de fuerzas” y viven continuamente en paranoias siguen este patrón:

* Toleran poco la incertidumbre en los aspectos importantes.

* Les preocupa mucho el futuro y temen a los desengaños.

* Para intentar adivinar por dónde van las cosas, se agarran a creencias (no hablo de religiones, eh), en plan supersticiones, o ‘normas mágicas’, intuiciones o señales varias (interpretación de los sueños, adivinación, astrología, etc..).

* Creen en las historias con final feliz como norma. Tragan series de TV, películas y toda clase de historias de ficción, y las toman como si fuese lo normal.

* Tienden a creer que “todo ocurre por una razón”, y por tanto, es predecible (e incluso controlable si dominas esa razón, ya sea directamente o indirectamente).

* Tienden a pensar que medio universo está pendiente de nosotros.

Total. Entre su miedo, sus creencias, y la tele que las confirman, se crean una imagen de “cómo debería ser el mundo” (o el amor o la política, etc...) mas falsa que la amistad de tu jefe.

El progreso final viene como sigue:

* Viene la ostia inevitable, claro: cuando el mundo te pone en tu sitio.

* Se junta con “todo es por un motivo”... y de ahí al sentimiento de culpabilidad: pensamos “joer..todos los signos eran claros: el cometa que se cruzó, el encontronazo casual, el gustarnos lo mismo, las cartas del Tarot... Por tanto, si no ha salido bien el que la ha cagado he sido yo!! No soy lo suficiente bueno”.

* Sigue con insistir en profundizar en los métodos mágicos (¡¡para nada aceptar que hay cosas incontrolables, faltaría más!!)

* Vienen más ostias. Las cosas siguen sin funcionar

* De ahí al victimismo: el “alguien me ha echao un mal de ojo, alguien me la está jugando, mi vida es peor que la de los demás, soy un desgraciao y no puedo hacer nada”.

* Y finalmente, la rendición: el enroscamiento en uno mismo. El crearse una barrera que le separa del mundo que no entienden, cuando el principal problema siempre ha sido ese: el vivir aislado de él sin posibilidad de comprenderlo. Y el pensar “yo no soy fuerte y no podré serlo”. Y a aguantar el chaparrón (ya sea en forma de matrimonio infeliz, o de soltería resignada, etc...)

La fortaleza no es la capacidad de insensibilizarse ante los problemas, sino la capacidad de aceptar la vida como es! Por ello, llamar “insensible” a una persona fuerte es muy injusto. Casi tanto como creerse que el fuerte lo es por que no ha sufrido. Al contrario. Es necesario 'vivir' para conocer el mundo.
Pero es una buena noticia: la fortaleza se puede aprender. A base de EXPERIENCIA y sobre todo, SOBRE TODO... CEREBRO! Para ello, hace falta valentía, sí. Pero sólo una vez, y no cada vez que te pase una desgracia. Desprenderse de creencias inutiles, supersticiones, magias, prejuicios, de creerse los sueños. No se si es triste no soñar (que a ver..todo el mundo lo hace en el fondo), pero más triste es aferrarse a ellos por no comprender qué significa vivir. Dejar atrás eso ayuda a enfrentar y superar las situaciones. Y lo más importante: permite VIVIR con mayúsculas, y no pasar los años esperando a hacerse uno viejo tras un muro de retención que ni los diques holandeses esos, esperando que la siguiente vida, que tanto necesitas por que esta no te sirve, sí que sea como a tí te gusta.


viernes, 17 de agosto de 2007

La certeza y la verdad

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No hace mucho leí varios conceptos de lo que es “verdad”. Me llamaron la atención algunos, como uno muy interesante que relacionaba el concepto de verdad con “lo que se dice de algo” y no con el "algo" en sí. Por ejemplo, no es lo mismo la realidad que la verdad, aunque a veces se confundan. La verdad está o no en las afirmaciones que se hagan sobre la realidad... pero no es ella misma.

Otro que me llamó la atención fue uno que definía verdad como “aquello que creen varias personas y aceptan como tal”.

Bueno... pos no se yo. Yo creo que hay como diferentes niveles de certeza, aunque una sola verdad. Por que certeza de algo vendría a ser las “posibilidades” de que una afirmación la clave con la realidad. De hecho, lo que viene a decir todo este rollo es que “la verdad” es el límite superior de certeza al que se puede teóricamente llegar cuando se hace una sentencia sobre la realidad.

¿Hay forma de establecer niveles de certeza respecto a la naturaleza de las afirmaciones primeras? Bueno.. pos yo suelto lo siguiente: verdad es aquello en lo que no hay que ponerse de acuerdo en absoluto para coincidir. Un poco perfilando “aquello que creen varias personas”: varias personas pueden creer en algo, pero si se han puesto de acuerdo... no tiene sentido que su multiplicidad les de mas beligerancia, ¿no?

Bueno... Ponerse “de acuerdo” no se limita aquí “hablar” o debatir, sino que va más lejos... mucho más Hay muchas formas de ponerse de acuerdo.. y de hecho, la naturaleza de esa forma implicará el rango de certeza de la afirmación o por lo dicho, las posibilidades de que sea verdad. Dadas varias afirmaciones paralelas y coincidentes, su certeza dependerá del "punto de conexión" de toda la ruta (realidad, sensación, interpretación) en la que coincidan.

Así que.. y eso me mola.. hago divisiones por niveles de certeza según la naturaleza de lo que se afirma. Soy ateo, pero intentaré ser lo más ecuánime posible. Vamos ahí:

Esta clasificación se basa en unos presupuestos (*)

Nivel 1: Tenemos, por ejemplo, las certezas de más bajo nivel: son las provocadas por sentencias conscientes totalmente aleatorias. El rango de certeza es 0.0. Si acierta... es pura casualidad. Es la total falta de previsión, como la de un canto rodao en un río. Es la ausencia total de utilización de materia gris. No hay punto de conexión porque no hay coincidencia de nada. La única coincidencia de opiniones en este nivel se logra por comunicáción directa de la idea o sentencia a otra persona vía escrita. Una novela ficticia es un ejemplo.

Nivel 2: Después vendrían las intuiciones privadas inconscientes. Como ejemplo tenemos una experiencia mística personal. Es el segundo escalafón de certeza, motivada sólo por producirse de forma intuitiva e inconsciente en la mente (un aparato encargado de interpretar la realidad y que algo de esa esencia de “realidad” contiene). No hay alimentación exterior conocida con ningún sentido que capte la realidad y que haya evolucionado dentro de ella (**). Las doctrinas de cualquier religión, leyendas y mitos populares también caen dentro de este grupo (***).

Nivel 3: Intuición múltiple. Intuiciones captadas por diferentes personas. Aquí tenemos un nivel de “ponerse deacuerdo” sin lenguaje. Las cacareadas “hipnosis múltiples” pueden ser un ejemplo. El punto de unión es la fisiología del cerebro, el origen común que puso de acuerdo algunos de nuestros espejismos. Las religiones, entendidas en su vertiente más espiritual como es la creencia pura y personal en uno o varios dioses, o la de sensación de que “algo más debe haber”, pueden caer en este ámbito también.

Nivel 4: Experiencia sensorial. Experimentar una sensación a través de un sentido (vista, olfato, tacto...) Aquí ya tenemos implicado un aparato que ha evolucionado dentro del mundo real y está perfilado por él. Es falible, si, pero ya no es aleatorio. Es el primer escalafón de la escala dónde se puede hablar de posibilidades de certeza real. Aún viendo, aún oyendo, a veces nos engañamos, ya que nuestros sentidos no reflejan toda la realidad (fallos de oído, de vista) Aparte, estamos sometidos a cualquier espejismo o fallo de interpretación personal a nivel cerebral. Pero los sentidos nos ayudan a sobrevivir, con lo que es señal de que su información va más allá del acierto aleatorio.

Nivel 5: Experiencia sensorial múltiple. Experimentar una sensación a através de varios sentidos simultáneamente. Tenemos varios sentidos apuntando a la realidad, con lo que sus fallos se anulan, subiendo de forma radical las posibilidades de verdad en su afirmación (su certeza). Esto viene dado por que los sentidos no se ponen de acuerdo (de nada sirve ver si no se toca y notas resistencia). Los fallos se limitan cada vez más a interpretación cerebral. Ver y tocar simultáneamente algo, ver y oir al mismo tiempo un animal, son ejemplos.

Nivel 6: Experiencia sensorial multipersonal. Varias personas experimentan lo mismo y deducen lo mismo (o aproximaciones). Varias personas viendo, u viendo y oyendo lo mismo sería un ejemplo. En esta escala empezaríamos a hablar de un conocimiento con un nivel de certeza similar al que nos ofrece la ciencia. Aún así, tenemos nuestras limitaciones a nivel de especie. Por ejemplo, ver las cosas implica que están, pero que nadie sea capaz de ver algunas (colores en el infrarrojo, por ejemplo), no implica de que no existan. Aquí aún hay un punto de unión que introduce cierto nivel de “puesta en común” o “ponernos de acuerdo”: la misma configuración fisiológica de nuestros cerebros que hablábamos antes. Todos estamos “de acuerdo” que no vemos el infrarrojo... o que no oímos nada si el sonido está por encima de cierto umbral de frecuencia. No es que no exista, pero es una limitación de especie.

Nivel 7: Trascender los límites humanos: las máquinas. Otro punto de inflexión importante. Las máquinas rompen la “homogeneidad fisiológica del observador” (toma ya) y nos dan un punto de vista más independiente aún: si nosotros lo captamos y la máquina también, o nosotros lo deducimos de experiencias sensoriales y la máquina lo capta, el nivel de certeza es altísimo. La máquina no tiene por qué ofrecer las mismas limitaciones y patrones de espejismo que nosotros: es silicio, es cobre, son mecanismos diferentes y que por eso construimos: para un apoyo más.. Y no simplemente por precisión, si no por ser una visión nueva sin las limitaciones sensoriales que nos ha impuesto la evolución y su falta de necesidad de mayores sensibilidades para sobrevivir. La ciencia está también a este nivel.

Nivel 8: Trascender el límite del intelecto humano: las máquinas pueden aún contener presupuestos de cómo debe ser la realidad por ser creadas por nosotros. Las máquinas construidas por máquinas de pensar autónomas podrían darnos, si cabe, un punto de vista más independiente aún y dar un punto más para poder determinar la realidad. Nosotros somos responsables de la construcción del primer nivel... pero sus elucubraciones y pensamientos, conducidos por algún mecanismo originador pero no desarrollador ad hoc, pueden llegar a una independencia extrema. Aquí no hemos llegado aún.

Nivel 9: Romper la barrera humana y local: inteligencia extraterrestre evolucionada completamente independiente de nuestro mundo, con sus máquinas propias. Sus prejuicios, su evolución y su historia sería absolutamente independiente. Para construir un modelo global y real del universo, su contribución sería importantísima. Y no por que sea más avanzada que nosotros o con más conocimiento. Se trata simplemente de un nuevo pilar de “no aletoriedad” absolutamente desconectado, si no es simplemente por coexistir en el mismo universo, que es, en definitiva, lo que queremos explicar. El nivel de certeza que nos podría dar sería inmenso, y aumentaría con un número mayor de civilizaciones. Sería como tener múltiples macro sistemas sensoriales evolucionados durante millones de años. Quizá por eso nos fascinamos tanto por la posibilidad de su existencia.

Desarrollando esto, tenemos:

Grupo 1: Compuesto por el niivel 1: El nivel vacío. Aleatoriedad total y nivel de certeza 0.

Grupo 2: Compuesto por los niveles “místicos”: 2 y 3. Son los que no tienen contacto con la realidad por ningún medio conocido. No producen previsión, ni por tanto, comprensión de la realidad.

Grupo 3: Niveles “sensoriales”: 4,5,6. Son los que tienen contacto con la realidad mediante las herramientas de nuestro propio cuerpo (y sus limitaciones).

Grupo 4: Niveles “extra-sensoriales” o de "las máquinas": 7,8. Son los que definen afirmaciones generadas partir de las herramientas de nuestro propio cuerpo (sentidos) interferidas con las generadas por las herramientas adicionales desarrolladas por nuestra mente (máquinas). No confundir extra-sensorial con comunicaciones espirituales o similares

Grupo 5: Niveles “extra-terrestres” o de "ruptura del ambiente local": Nivel 9. Añaden, además, la visión de entes no linneanos, con posibles limitaciones, pero diferentes a las nuestras.

Y dentro de los grupos tendríamos dos conjuntos:

Conjunto “no en contacto con la realidad”, que son los Grupos 1 y 2. Estos, para un ateo, tienen certeza 0. Para un creyente, el grupo 2 puede llegar a tener mayor grado de certeza que el Nivel 5.

Conjunto “sensorial” o de la razón. Estos grupos contienen (a menos que sea un solipsista) un nivel por encima de 0 de certeza. Contiene el resto de grupos.

Se podrían, aparte, subdividir en más grupos: afirmaciones influenciadas por la cultura propia, animales, etc...

Pero bueno.. poco trabajo que tiene uno.. :)

* El nucleo donde reside la mente (o implementación de ella - cerebro) está aislado de la realidad totalmente excepto por los canales de entrada de datos. Los canales de entrada de datos son los sentidos y nervios. Los sentidos reconocidos son los que han sido perfilados mediante selección natural dentro del ámbito en el que són útiles.

** No hay ninguna prueba de que la espiritualidad tenga una dirección que haya provocado evolución en nosotros por muerte de los ‘menos espirituales’. Hay más bien signos de que no ha provocado ninguna influencia evolutiva en absoluto: el hombre es la única especie que se jacta de conseguir acceder a ella de entre mogollón que han sobrevivido sin hacerles falta. Los pueblos del pasado han sobrevivido o no en función de otros matices (tecnológicos sobre todo)... pero no religiosos.

*** Alguien dirá: “Hey, que no son privadas y las sigue mucha gente”. Si claro, pero se han puesto de acuerdo mediante libros y lenguaje hablado (no hay dos cristianismos surgidos en puntos diferentes del planeta, detalle importante que le habría dado muchos puntos a cualquier religión pasándolo al Nivel 6, por ejemplo). Por tanto, esa multiplicidad no cuenta y se queda en la singularidad del origen.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Reduce D!!

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...el mundo es como es... y es bueno saberlo..

¿Qué es D?

El otro día se me ocurrió una paranoia de las mías sobre la peña que le da la impresión que le sale todo mal, que el mundo no va como debe, que le parece que tiene la negra en uno, varios o todos los aspectos de la vida... Creo que todas las personas pertenecen, ha pertenecido o pertenecerá a este grupito en un momento u otro de su existencia.... no? Yo también he tenido algún momento... Aquellos de decir... “joder... no hay quien entienda a las mujeres" o "todo me sale al revés", o "parece que hay un complot contra mí desde el otro mundo”....

Pos bien... Yo diría que todos tenemos, por ahí escondidos, en lo más hondo de nuestro ser, como una especie de “normas base”, de pilares o de, hablando mal haciendo un símil matemático, de axiomas. Es como unas semilla, o como los parámetros de una función misteriosa que la experiencia nos irá moldeando y perfilando. Estas bases nos hace concebir cómo son las cosas, cómo deben ir y qué significado tienen. Quizás no somos ni conscientes de estas bases: son muy muy muy pequeñas, muy muy atómicas. Y posiblemente sean muy pocas, quizás 5 o 10. A partir de esta esencia, desarrollamos otras normas, que a su vez generan otras superiores... y así, en diferentes etapas, vamos como construyendo un árbol inmenso de cómo entendemos el mundo, cuyas hojas son las conclusiones finales: desde lo que está bien y lo que está mal, nuestras máximas, nuestras sentencias en plan "el odio contamina el mundo" o "el amor es maravilloso" o "Dios no existe".... y un mogollón de cosas, unas acertadas, otras auténticas chorradas. Cuanto más alejadas de la raiz, mas volubles y mas efímeras; cuanto más cerca, más inmediatas, más básicas, más directas... (e importante!!) ..mas repercusiones tienen y más valiente hay que ser para cambiarlas. Este árbol es nuestro modelo privado del mundo. Toda la concepción que tenemos está ahí: moral, física, trascendente... todo lo que utilizamos para determinar cómo funciona y por qué...

Ole, muy bien... ¿Y qué es la "D"? Bueno... yo diría que la felicidad de cada uno viene definida como “la distancia que hay entre este mundo que construyes según tus bases, y el real, el de verdad”. Esta distancia... es "D".

A más D, mas infeliz, mas ansiedad, mas tensión... A más D, más dificultades, por que tu mundo menos se parece al real, y las cosas, que evidentemente son como son, más se desvían de lo que tú esperas. Menos encajas en el mundo real en el que vives. Mas fallos cometes en tus decisiones, en tus vivencias. Mas genera la impresión esa de que.. “no entiendo al mundo", "el mundo no va bien", "el mundo no es lógico" o "el mundo hay que arreglarlo" (eso sí...pa que se parezca al tuyo, claro).

Esta idea me explica varias cosas:

Primero me cuadra con una cosa que escuché de Nietzsche que venía a decir que “la felicidad consiste en ir superando las dificultades que te plantea la vida”. Porque superar una dificultad diría que es “reajustar tus bases para entender el porqué ha pasado todo el pollo, con lo que la próxima vez, lo verás venir”: reducir D, vamos. Y aparte de encontrar la solución particular a un problema, reajustar el árbol ayuda a comprender para mejorar el propio mecanismo de superación de dificultades: no solo superas dificultades, si no que ayudas a superar mejor las futuras. La felicidad sería disminuir D, o disminuir D conlleva felicidad. Evidentemente, aquí puede pasar que la claves, aprendas la lección y comprendas un poquito más dónde vives, o bien que cojas otro camino equivocado (cosa que te enterarás la siguiente vez que te vuelvas a pegar el leñazo). Esto último generalmente es debido a que, o no has cambiado bien las bases vitales y ha sido un cambio superficial..., o bien sencillamente no las has cambiado: te niegas a hacerlo por los “efectos secundarios” que acarrearía en otros aspectos de cómo entiendes la vida que te niegas a aceptar. Simplemente buscas una explicación alternativa, generalmente rebuscada, pero que siga cuadrando con tus parámetros iniciales sin modificación.

También me cuadra con lo que se dice de que “con miedo no hay felicidad”. Por que con miedo, menos libre eres de mover tus bases sin importarte la consecuencia que acarree en tu concepción mundo. ¿Qué dios deja de existir?: pues que le den. ¿Qué toda mi vocación como médico especializado en reflexología podal energéticatelúrica es una patraña?: pues dos piedras! ¿Qué el amor de por vida no es lo normal?: pues a vivir que son cuatro días. Pero claro... aceptar eso cuesta... El miedo no te deja disminuir D.

También me explica el porqué la gente muy religiosa puede tender a ser muy infeliz. Conozco personas (reales) que viven en un perpetuo estado de ansiedad, y todas ellas son bastante creyentes, ya sea tanto en la vertiente religiosa como en otro tipo de creencias. Su fe les crea la ilusión que reducen D. Su reducción ficticia es el teórico éxito de la vida mística y espiritual. Para mí, espiritualidad es este esfuerzo por entender demasiado deprisa. Entendimiento rápido y fictício: una reducción de D ilusoria. Y por ello no mejoran a la larga, por que la realidad les recuerda contínuamente dónde están... a cada experiencia, a cada paso que dan.

Y, de hecho, explica también por qué los creyentes se agrupan en comunidades (en plan iglesias, locales, grupos de gente) o se intentan aislar en su burbuja: para que esa reducción artificial de D que hablaba el párrafo anterior... sea real! Pero no es real a costa de reinterpretar sus bases, si no de construirse un mundo "a su medida" dentro de esta comunidad o burbuja personal. Una reducción artificial, inservible y que no es auténtica.

Me da una explicación a porqué soy escéptico en tantas cosas (ya no solo religión, sino medicinas alternativas, astrologías y demás)... Coño.. ¡pos por que con ellas no reduces D... y yo quiero ser feliz! Por que por encima de la tranquilidad que me den las fes ciegas.. hay una vocecita interior que me dice que la ilusión de control no es control!

Ni toda la mística ni todas las trascendencias pueden explicar de verdad a la peña por qué no entienden el mundo. Sólo es una forma de "creer que entiendes". Pero el misticismo sólo lleva al misticismo: a seguir sin comprender, sin poder decir nada del futuro, pero con la tranquilidad de que crees poderlo hacer. Lleva solamente a sumergirte más en el mar de la trascendencia en busca de algo que no está ahí... Y muchos de ellos, como un evangelista que conocí una vez, no pueden ni siquiera salir de su pequeña comunidad de iguales, por que es sólo ahí donde su mundo coincide mínimamente con sus expectativas. Y sólo en su mundo encuentran su felicidad, felicidad que no les viene de que su comunidad sea un mundo mejor como se creen, sino porque allí están dentro del caparazón artificial que hace que no tegan el miedo a "eso" o "aquello" que fuera no pueden superar y que así se ahorran enfrentarse. Han reducido D a base de acercar y modificar el mundo real en un pequeño güeto. Je... pero eso, ... no sirve! Su pequeño mundo, como comunidad, es una burbuja en medio del oceano del mundo real. Una burbuja de creencias falsas en constante lucha con la realidad, implacable como ella sola, claro.

Na: hazme caso: si quieres progresar en este planeta... reduce D sin salirte de él!! Con dos cojones!

Ahí está el qué...!

miércoles, 8 de agosto de 2007

El fundamentalista científico

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A mi siempre me dicen que soy un “fundamentalista científico”. Y que tengo una hostilidad exagerada para las creencias y la religión. Qué paciencia...

Cuenta la historia, un hecho verídico por lo que se ve, que el escritor R.Dawkins tuvo por profesor de su facultad (Oxford, ahí es na) a un respetado anciano del departamento de Zoología. Durante años, el profesor creyó convencido que el aparato de Golgi, estructura microscópica del interior de las células, no existía y era una ilusión. Y como tal lo enseñaba. Pero cuenta que un Lunes, día semanal dedicado a que un invitado diese una conferencia, un biólogo celular americano dio pruebas contundentes de la existencia del tal aparatejo. Lo que sucedió a continuación fue muy emotivo. Al final de la charla, el anciano se acercó y, con pasión, estrechó la mano del conferenciante, y dijo “Mi querido colega, debo darle las gracias. He estado en un error durante quince años”. Todo el mundo aplaudió hasta que las manos se pusieron rojas, y aún ahora Dawkins asegura que se le hace un nudo en la garganta al recordarlo. Palabras textuales. Muy bonito, sin duda.

Por otro lado cuenta la triste historia del geólogo americano Kurt Wise, quien actualmente dirige el Centro de Investigación de los Orígenes de la Facultad Bryan de Dayton. Desde pequeño quería ser profesor de Geología. Obtuvo su título en la Universidad de Chicago, con dos diplomas en Geología y Paleontología en Hardward. Fue un joven prometedor y tuvo a su alcance el sueño de toda la vida: la de investigar los orígenes del nuestro mundo. Pero cuenta Dawkins que un buen día llegó la tragedia. Y fue debido a su propia mente, pervertida por un fundamentalismo enseñado, que hizo que no pudiera asimilar una tierra de mas de 10000 años. El conflicto mental lo resolvió fatalmente tomando una Biblia y recortando todo lo que no cuadraba con aquello en lo que había dejado su vida y que había aprendido de lo que era el mundo.... Wise mismo dice:

“... que, por mucho que lo intenté, e incluso con el benéfico de los márgenes intactos de las páginas de las Escrituras, encontré imposible tomar la Biblia y no tener que venderla como saldo. Tuve que tomar una decisión entre la evolución y las Escrituras. O las Escrituras estaban en lo ciento, y la evolución era errónea, o la evolución era cierta y yo debía arrojar la Biblia al fuego. .. Fue así que esa noche acepté la Palabra de Dios y rechacé todo aquello en lo que había creído siempre, incluida la evolución. Y con eso, con gran dolor, también arrojé al fuego todos mis sueños y esperanzas en la ciencia.”

Wise es un creacionista. No puede aceptar otra cosa que la Palabra de Dios. Su lucha mental la acabó ganando una fe religiosa contra las más que evidencias científicas. Y exterminó sus sueños. Como dice Dawkins, la hostilidad a la religión viene por cosas como estas. Viene por cosas como lo que le hizo a Wise.

Estoy de acuerdo con Dawkins cuando dice que el fundamentalismo religioso está destinado a terminar con las aspiraciones de muchos jóvenes científicos bienintencionados, y que la religión no fundamentalista quizá no lo haga directamente, pero está haciendo que este mundo sea un lugar fértil para ese otro fundamentalismo, porque enseña a los niños que esa fe religiosa es algo bueno y loable.

Es la gran diferencia entre fundamentalismo científico y religioso: el fundamentalismo científico cree en la evidencia y en la razón. Pensar lo contrario es una chorrada. Por eso el anciano profesor cambió de opinión con razonamientos. En cambio, el fundamentalismo religioso es una fe ciega que no atiende a razones, y se mantiene incluso cuando todo indica lo contrario. Si pensar es lo que nos hace humanos... pues la fe, y en general los ramalazos intuitivos de.. .”si si.. pero yo se que no es así por que lo siento...”... si hacen algo... es arrancarnos lo que nos da una posibilidad de ser seres humanos... no??

lunes, 6 de agosto de 2007

La auténtica puerta del infinito

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Infinito es un concepto que excapa a toda percepción. Da igual el número que tomemos: las sillas de un estadio, los átomos de nuestro planeta, la inmensidad mas perturbadora... Cualquiera de ellos está tan lejos de ser infinito como el 1. Va mas allá de cualquier cosa que podamos visualizar.

Pero eso no es nada comparado con uno de los descubrimientos que mas me han sorprendido de los últimos tiempos: Aleph-1, el infinito mas allá del infinito.

Su descubrimiento empieza por la pregunta: ¿qué es contar? Cantor, uno de los matemáticos más importantes de la historia reciente, observó a través de su hijo de 1 año que tenemos el concepto de contar de forma innata: para saber entre dos grupos de caramelos cual era el mayor, el chaval asociaba parejas hasta que uno de los dos grupitos se acababa... y deducía que el mayor era el que le sobraban elementos.

Contar es asociar a cada uno de los objetos de un grupo, un número natural único: pillo a Juan y le asocio el 1, luego a Susana el 2, luego a Sandra el 3... y así los vamos asignando hasta que no queda ningún objeto sin su número. Y el número final de objetos que tenemos es el último número que hemos asignado.

Hasta aquí nada del otro mundo.

¿Cuántos números naturales hay (1,2,3,4...)? ... pos infinitos. ¿Cuántos números reales hay? Pues...... infinitos?

Pos mira... no es tan fácil. Vamos a hacer una pequeña prueba intentando contarlos.

Imaginemos que los reales entre 0 y 1 son numerables: es decir, aunque podrían ser infinitos, conceptualmente se podría hacer una tabla (infinita) con todos números reales entre 0 y 1:


0,5837292389292389221212......etc

0,8234237272349293849234......etc

0,1393489292034802830402.....etc

0,5837882389292389221212......etc

0,8234239898949293849234......etc

0,1322449292034802830402.....etc

0,9837292389292389221212......etc

0,9234237272349294549234......etc

0,1393489292034802830402.....etc

0,2342929302302029340920....etc

0,4584030934853098409834....etc

etc.....


Bien. Hay infinitos reales en esa tabla. ¡Ole! Tenemos un número natural asociado a cada elemento de la tabla... y al ser infinitos, están todos los naturales ocupados.

Pero... ¿realmente están todos los números reales en esa tabla? Vamos a intentar hacer uno nuevo que no esté:

Para fabricarlo, empezamos colocando un “0,” (por aquello de que se cumpla lo de que esté entre 0 y 1), y empezamos a rellenar cifras. Para ello, formaremos una cifra con la diagonal de los decimales (los números en negrita de la lista siguiente, vamos)


0,5837292389292389221212......etc

0,8234237272349293849234......etc

0,1393489292034802830402.....etc

0,2342929302302029340920....etc

0,4584030934853098409834....etc

etc.....


Importante: le sumamos seguidamente uno a cada una de estas cifras (si es 9, lo pasamos a 0). El número que vamos formando quedaría, entonces, 0,63031......y así seguido de infinitas cifras. ¿estaría ya en la lista original?

Je.. pues el primero no es seguro, por que como mínimo, la primera cifra es diferente.

El segundo tampoco... por que como mínimo, la segunda cifra es diferente...

El tercero tampoco... el cuarto menos..... de hecho.... ¡ninguno!!

Ese número no estaría en a lista: nos lo habíamos saltado. No obstante, en la lista habían ya INFINITOS números antes!!

Este nuevo número lo podríamos añadir a la tabla... pero no lo podríamos contar... ¡¡por que ya están ocupados todos los naturales!! ¡¡Este nuevo número es... incontable!! La cantidad de números reales entre 0 y 1.... es MAYOR que infinito!

Esto que acabamos de hacer de forma cutre es la Prueba de la Diagonal de Cantor. Demuestra que los números reales son... incontables. Y no por que no sea práctico contarlos, por falta de tiempo o algo así. Es sencillamente que hay MAS que infinitos. De hecho, entre dos números reales, por próximos que estén, ya hay más que infinitos. Entre 5.0000000000 y 5.0000000001 hay mas números reales que infinito. Y no es que haya “más”..... hay MUCHOS mas! ......pero pero que muchos!!

Pues na: y si hay más que infinitos... cuantos hay? Pos le pondremos un nombre a la cifra: Aleph-1 ...o C, si se quiere ser mas purista (el hecho es que no se puede demostrar que el concepto Aleph-1 y C sea lo mismo... pero eso es indiferente a nuestra demostración y es una historia muy larga). Lo importante es que acaba de nacer el infinito cardinal de los reales. Y ojo.... que hay Aleph-2 (el número de funciones existentes, por ejemplo), Aleph-3, etc....Y con todo esto, se abre la puerta de una de las áreas matemáticas mas extrañas y desconcertantes: los números transinfinitos. Los números que están mas allá del infinito. Y las consecuencias que han generado son la reostia, hablando en plata.

Pero lo explicaré en otro post, que luego dicen que me enrollo.

El eco de luz

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¿Quién no ha estado en la ventana viendo una noche de tormenta? ¿Quién no ha visto los relámpagos, iluminando el cielo y las nubes? El súbito destello de luz que provoca un relámpago convierte la noche en día instantáneamente, iluminándolo todo.

Pues en la foto tenemos un.... ejemplo?

Esto que aparece en la foto es un relámpago de luz! ....que sí que sí! Pero el relámpago no lo ha provocado una descarga eléctrica, sino la pulsación de una estrella. No se ha producido a unos pocos kilómetros de distancia, como en una tormenta terrestre, sino a 20000 años luz, cientos de miles de millones de millones de veces mas lejos.

Mas de uno pensará.. “¡pero qué dices macho, si es una burbuja hinchándose cual globo!”. Pues sí, de entrada parece una burbuja de gas, verdad?... pues no señor!... Esto es lo que pasa cuando hay una pulsación de luz dentro de una nube de gas inmensa.. inmensísima: un eco de luz.

Anda... ¿y qué coño es un eco de luz y porqué tiene esa forma?

A primera vista parece una burbuja de gas hinchándose... Y si si, en esta foto hay gas. ¡Pero está quieto! También hay una estrella, V838 Monocerotis pa mas señas. La cosa va como sigue:

La estrella, por causas aún desconocidas (y que pal caso es lo de menos) generó hace años un “fogonazo” de luz. La susodicha está rodeada por una nube de polvo..., y este fogonazo inmenso de luz (equivalente en su momento a un brillo de 600000 soles) ilumina todo lo que lo rodea de la misma forma que el rayo de una tormenta... Pero ahí viene la diferencia con su hermanito pequeño, el fogonazo terrestre: la nube que rodea la estrella es tan inmensa, que no se ilumina de golpe. Es tan grande, que la luz que salió de la estrella (a la velocidad de la luz, cómo no puede ser de otra forma) no va lo suficientemente rápido. Por el contrario, tarda años en recorrer la nube, con lo que el resultado es lo que vemos: vemos como la pulsación de la luz va iluminando, poco a poco, la nube conforme la va recorriendo en forma de cáscara esférica. Como una onda en el agua de un estanque, pero en tres dimensiones.

Las fotos tienen un intervalo de varios meses, y en la última la burbuja tiene un diámetro aproximado de 10 años luz (para una imagen de lo grande que es esto, el sol está a 8 minutos luz de la tierra)

Y es curioso...: en el interior de la cáscara de luz, ya han visto a la estrella brillar. En la cáscara misma, la ven brillar en ese momento. Fuera, "aún" no la han visto brillar ni saben que lo va a hacer. Nada puede comunicárselo. Es como si viésemos presente, pasado y futuro en una misma imagen.

Eso es una primera aproximación... Solo vale para las inmediaciones de la estrella. Por que nosotros, fuera como estamos... ¿la hemos visto brillar? Pues sí... por que estamos tan lejos que el efecto de diferencia temporal se diluye y se pierde. Eso sí... lo que estamos viendo pasó hace 20.000 años (está a 20000 años luz, claro). Por eso, cuando dije que los de fuera "aún" no la han visto brillar... estoy hablando del "aún" de hace ese tiempo.... Ahora mismo, cualquier civilización que pudiera existir por ahí no tendría ni idea de ese fogonazo que pasó hace tantos milenios. Es curioso que nosotros sepamos cosas de sus vecindades que ellos mismos seguramente no podrían saber... Y ojo, que a ellos les pasa igual con nosotros. Igual nos sorprenderían si pudieran comunicarse.

Y ¿desde nuestro punto de vista... cómo vemos su burbuja?. Pues primero llegó la burbuja de luz de la estrella y la vimos brillar hará unos pocos años... Y luego paulatinamente nos han ido llegando los rayos reflejados por el polvo circundante...

Un pollo, vamos...

¿Por qué es imposible la convivencia de religiones?

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Pa mi amiga Gata... a ver si ve la luz jeje

La tolerancia, “el respeto a mi creencia”, es un teórico privilegio que ha sido el arma más poderosa tanto de personas que de forma sincera querían el bien para su comunidad, (el ‘bien’ entendido desde la moral que suministraba su propia creencia, como no puede ser de otra manera), como de los que, con fines secundarios de poder, riqueza, o pillar con la morena de los ojos negros de las sala donde voy a bailar, la han utilizado en su provecho para conseguir sus objetivos los muy babosos. El motivo que lleva a una o varias personas a manipular a otras personas a través de sus creencias, es que la justificación de un hipotético bien común y su defensa es muy fácil por este medio. Lo tienen chupao. No hace falta ser un entendido en nada, no hace falta obtener argumentos económicos o políticos elaborados para convencer a anexionarse a la causa a un creyente que ya está convencido de las bases de algo que, si no pone un poco de voluntad de su parte, nadie tendrá cojones de demostrarle que es falso. Porque una creencia religiosa es lo que se llama “no falsable”: no se puede demostrar falsa, al menos fácilmente y sin bastante apertura de mente. Son bases que flotan en el aire, y que se pueden retorcer y manipular, si hace falta, hasta donde queramos.

El miedo que cubre nuestra creencia es su principal fuerza. La creencia es algo que nos tapa del futuro incierto, que relaja nuestro yo por llenar el vacío más importante para nuestra mente: la previsión y la seguridad ante lo desconocido por venir. Y esta tranquilidad es algo que poca gente está dispuesta a renunciar y es, a su vez, su máximo generador de intolerancia.

Nuestros actos en general van encaminados a prever lo que sucederá y obrar en consecuencia: voy a la disco y me pongo guapo a ver si pillo, o intento no ir a la pata coja al lado del precipicio de 2000 metros por que acabaré mal. Por ello, cuando no tenemos posibilidad de saber lo que va a ocurrir pero nos quita el sueño, nos inventamos la forma de controlarlo para nuestra tranquilidad, en forma de supersticiones o ritos que activarán nuestros favores en una especie de inteligencia divina mega guay, superior a la nuestra y que, ese sí, tamos convencidos de que tiene la llave y las herramientas necesarias para manipular y cambiar lo que nuestro conocimiento aún no puede. Pero esta invención controladora y sus ritos de petición se forma a partir de miles de pequeños factores completamente aleatorios, cuyo ámbito va desde el geográfico, histórico, temporal y de cómo se levantó el sacerdote Cornelius después de la resaca de vino de Babilonia. Esta aleatoriedad se transmite luego a nuestros actos, que, una vez establecidos en costumbres, acaban generando las diferentes culturas. Y esta aleatoriedad es lo que hace que las culturas tengan costumbres tan diferentes y que tanto ellas como las creencias que toman parte en su configuración sean tan incompatibles en muchas ocasiones. De hecho, esto es lo que hace que sea posible trazar una genealogía de culturas siguiendo la similitud de costumbres.

Nuestra mente, que no se está quietecita mientras tanto, sigue su camino de buscar las causas reales y tangibles de los efectos que vemos. Poco a poco vamos aprendiendo y documentando del mundo (con ciencia) las causas reales de las cosas. Los actos tradicionales, antes justificables analizados dentro de creencias pasadas, van perdiendo su sentido y se quedan en mero folklore cuando el efecto que querían controlar pasa a ser ámbito de la ciencia y nos damos cuenta que tirar la cabra desde el campanario no va a hacer crecer mejor las berzas. Esto es lo que genera la sensación de superioridad de una cultura respecto a otra: el hecho de que una mantenga actos encaminados a controlar un efecto futuro dentro de una creencia, mientras que la otra ya ha descubierto su “secreto” en el mundo real, consiguiendo, si bien no un control total del efecto, una previsión y manipulación por encima de la simple media estadística que consigue la pobre cabra. Y esta cultura con un control superior, tiene una nueva “carta” con la que sacar mejor provecho del entorno (y de la otra cultura si se tercia y se deja).

El miedo del creyente al futuro, hace que estas “reglas para librarnos de desgracias” sean “autoproteccionistas”: las propias reglas explicitan que no hay que tolerar otras formas de actuar, y castigan a los que no las siguen y los definen como infieles. Suele instar a los creyentes a eliminar a los posibles “contaminadores” exteriores, que vienen con costumbres que no se comprenden y, por tanto, equivocadas a sus ojos. Costumbres ajenas que pueden hacer que el “pueblo” se desvíe. Esta defensa violenta, de hecho, es el reflejo clarísimo de algo muy básico: no se puede defender una creencia a base de razonar. Una defensa que pretenda la inmovilidad, la cual es una característica básica de toda palabra divina: un dios no puede permitirse ir cambiando de la noche a la mañana, aparte que parece que sólo le es permitido enviarnos el profeta una vez, como si le saliese cara la gasolina. Total, que una vez en manos humanas, sólo se puede defender con castigo explícito y violencia.

¿De dónde vienen entonces las supuestas convivencias de religiones en países actuales, o en épocas pasadas? Pues no eran ni son tales, como numerosos historiadores han puesto de manifiesto a lo largo de los años. Son sólo espejismos, defendidos por nuestro propio cague. Tenemos tanto miedo a enfrentarnos a nuestro mundo real y darnos cuenta que no lo controlamos, que justificamos cualquier razón para que no se entrometan en la creencia de nadie, y de rebote, en la nuestra. Así evitamos que nos encontremos, de golpe, en pelotas ante el futuro que de hecho nunca hemos controlado, o que nos impidan realizar las ceremonias que tanto nos tranquilizan.

Por ello hay un pacto implícito de defensa de la religión.

Por eso mas de una y de dos veces se reinterpreta un conflicto religioso como “de oscuros intereses económicos o de poder” obviando detalles importantes, en nombre de la corrección política y cuando es mucho más complicado que eso.

Por eso nos autoconvencemos de que en tal país o tal época había una prueba de “convivencia real” entre dos étnias simplemente por que durante unos años coincidieron geográficamente sin enfrentamientos notables externos (hasta que se lió).

Por eso no vemos que en las regiones que experimentan o experimentaron “convivencia”, estamos ante dos o más creencias que aparentemente conviven, si, pero que, muy importante, no son las originales ni por asomo, sino que son una especie de “máximo común divisor” entre ellas. Máximo común divisor, por otro lado, generado por la razón y no por las respectivas fes, evidentemente, para poder permitir un mínimo de paz que sino no sería posible ni de broma.

No vemos que las cacareadas “interpretaciones” bíblicas, por ejemplo, son producto de la razón humana que tuvo que retocar la “palabra divina” original por que si no era así, nos hubiésemos matado hace tiempo.

Que estas interpretaciones son las responsables de las divisiones internas de los credos en un gran porcentaje por que los individuos no han vivido muchas veces las circunstancias que llevaron a esa interpretación, y por ello no la comprenden y la consideran irreal.

No vemos el importante detalle de que las lecturas literales de las sagradas escrituras suelen ser las mas radicales y crueles (!!!!): por que son las creencias y normas originales, las que aún no han pasado por el filtro necesario que necesitan por parte de la razón humana para hacer posible, aunque sea temporalmente, no exterminarnos a ostias.

Incluso personas no religiosas, ante tal avalancha de falsa “corrección política”, acaban no viendo lo que por lógica es absoluta, total y definitivamente impepinable: no hay razonamiento posible, no hay negociación posible, en una creencia irracional. Las creencias es una de las materializaciones más evidentes de la intolerancia. Por ello, la frase “ser tolerante con las creencias” no tiene sentido. No se puede ser “tolerante con la intolerancia”, ya no en un sentido práctico, sino incluso lógico.

¿La solución es un mundo ateo? Pos no... por que un mundo ateo es utópico. Pero lo que no se puede permitir es promover la idea mas falsa que un euro de Franco de que los problemas actuales son provocados por intereses políticos y económicos ante una comunidad que de otra forma viviría en paz (JA!), o que la convivencia religiosa es posible y que la codicia del hombre la rompe (JAJA!). De hecho, se podría decir que en el mundo actual, más laico de lo normal y de separación de poderes (aunque sea en parte y no todo lo deseable), es quizás y a pesar de los numerosos conflictos, el que porcentualmente más hombres viven en paz de la historia. Ninguna sociedad de ningún país del primer mundo es mas violenta que los indígenas de las pequeñas tribus antiguas y modernas, gobernados por creencias religiosas en su mayor parte (La Tabla Rasa, Steven Pinker – antes de que alguien diga que he dicho chorradas). El teóricamente violento siglo XX es uno de los que porcentualmente menos población ha muerto... Para que vayan diciendo de que la cosa va a peor.

De la misma forma que sabemos que la violencia gratuita no lleva a nada e impide la convivencia, hay que ser consciente de qué es realmente la religión. Ya mucha gente está convencida de que la religión, el poder político y el judicial deben estar separados. Solo faltaría separa ya por fin las normas morales. Aunque entonces, la religión se quedaría en bien poco.

Lo mas curioso de todo, es que la idea tradicional va de que las religiones son buenas pero que es el hombre las corrompe. Lo guay es que es totalmente al contrario: una creencia irracional siempre es intolerante, elitista e inmovilista, y es precisamente la mano del hombre, con su cerebro material y tan poco romántico, el que a falta de eliminarla, la tiene que moldear en contra del miedo generalizado, viento y marea, para que, aunque sea a trancas y barrancas, aún tengamos alguna posibilidad de sobrevivir ante tanta tontería.